miércoles, 5 de septiembre de 2007

Clientelismo, solidaridad y otras perversiones.

En una muy interesante nota del diario La Nación (de Argentina) del Domingo 26/08/07, Enrique Valiente Noailles denuncia muy acertadamente "La perversión del bien":

"El clientelismo existe, como en todo el país, sobre todo en provincias pobres. Son frutos de décadas de la misma política", dice el gobernador electo de La Rioja, Luis Beder Herrera. Cosa que no le impide regalar inodoros a diestra y siniestra. Hay en estas declaraciones una conciencia y una aceptación implícita de que una de las matrices de la pobreza es justamente el clientelismo. Pero no existe intención de cambio: una obediencia debida a lo peor de la tradición política lo lleva por el mismo camino. ...se trata en realidad de la perversión (¿polimorfa?) del "bien". Pero no como un desvío, sino como su reversión y ambivalencia: aquello que, disfrazado de ayuda, oculta un desprecio sin igual, y trabaja secretamente para hundir a las personas en su situación. Porque todo está invertido: las personas no son fines en sí mismas y la política un medio para desarrollar las capacidades de los individuos y de la comunidad, sino que la gente ha pasado a ser un medio que tiene como único fin a la política misma”.
Link: http://www.lanacion.com.ar/937842

Con el concepto de clientelismo está muy claro que lo que se busca con la dádiva son clientes para acceder o mantenerse en el poder. Sin embargo, no nos damos cuenta que con el concepto de solidaridad ocurre algo similar. Si para que alguien pueda ser solidario otro tiene que ser pobre, estamos ante una relación de desigualdad realmente perversa. La solidaridad a la que estamos acostumbrados se basa en la desigualdad y la mantiene, es una desproporción atroz entre el que tiene y puede ser “solidario” y el que no tiene. Si la solidaridad ayudara a que el otro sea un igual, estaríamos siendo más justos y estaríamos siendo realmente solidarios.
El Paradojista

1 comentario:

edis dijo...

Es común que algunos periodistas (principalmente los ligados a grandes intereses no precisamente nacionales)confundan estrategia de supervivencia con clientelismo. Los pobres deben sobrevivir y recurren a los medios que la sociedad les brinda. Es bueno recordar que estos periodistas escribían loas a los gobiernos militares y a Menem y vean Uds cuales fueron los resultados de sus politicas. Los pobres han generado diferentes estrategias para sobrevivir (trueque, cooperativas pequeñas, etc. que dicho sea de paso nunca recibieron un peso de las empresas que estos periodistas defienden)y ante la destrucción del trabajo formal apelan a lo que pueden para sobrevivir DIARIAMENTE. Si Uds quieren hacer una buena comparación: analicen cuantos votos tuvo el Sr. D´Elia y comparen cuantos planes administra y veran que la gente no es tan poca cosa como para votar por una dádiva. De todas maneras no sorprende que opinen y crean que los pobres no tienen criterios para votar y se venden al mejor postor.