miércoles, 19 de septiembre de 2007

Vida y Muerte en Terapia Intesiva.

En una entrevista que le hiciera Mariana Carbajal (en el periódico argentino Página 12 del 20/08/07) a Carlos Gherardi, jefe de Terapia Intensiva del Hospital de Clínicas, éste relata una paradoja perturbadora:

“La sociedad debe hablar y conocer las relaciones entre la muerte y el soporte vital, que es el eje por donde pasa la terapia intensiva. He visto nacer estos servicios, en los años setenta, para rescatar la vida y ahora cuando hablamos de terapia intensiva hablamos de la muerte: se han convertido en la antesala de la muerte en lugar de ser la antesala de la recuperabilidad. Esto es una paradoja inexplicable. Hoy en la terapia intensiva se muere un 20 por ciento de los pacientes. Antes de la creación de estos servicios, el 80 por ciento restante no vivía; algunos ni siquiera existían como pacientes porque no eran sometidos a muchos tratamientos y operaciones que hoy pueden hacerse porque la seguridad tecnológica que les da la terapia intensiva les permite sobrevivir. Las intervenciones tremendas de corazón o en la cabeza, los trasplantes de órganos se pueden hacer porque el paciente está en condiciones de seguridad. El soporte vital se aplica, pero no es para toda la vida. Todo lo que un médico está dispuesto a aplicar, también tiene que estar dispuesto a retirarlo en algún momento o a no aplicarlo porque no corresponde. En terapia intensiva esto
significa la proximidad de la muerte. Es lo que yo llamo muerte intervenida”.
Link: Nos vamos a llenar de enfermos en estado vegetativo.

Con un poco de humildad quizás podamos comprender, algún día, que la muerte es parte de la vida.

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