domingo, 21 de octubre de 2007

Ambigüedad en las Estadísticas.

Una nota de opinión de Ricardo Kirschbaum en el periódico argentino Clarín del 17/10/07 describe la táctica de cómo quedar bien en el corto plazo siendo ambiguo:

“La ambigüedad no forma parte del léxico de las estadísticas. Y la falta de credibilidad, justa o injusta, pone en crisis lo que realmente los índices quieren significar.

El secretario de Comercio no encontró mejor forma para zafar de la inexistencia de una lista de artículos con descuento, según el acuerdo que anunció el Gobierno, que extenderlo a todos los productos. Esta generalización, imposible de verificar, evita algo que el funcionario no puede mostrar y que el Presidente había anunciado la semana pasada. Una recorrida por los súper permite constatar que sólo algunos productos exhiben un cartel con la rebaja acordada.

Esta ambigüedad de Moreno, entonces, viene a conspirar contra la propia política oficial porque abona a la incredulidad general de una rebaja general de precios.

...Pero la falta de credibilidad en los números oficiales, luego del zarandeo al INDEC, y del nunca aclarado episodio de la manipulación al índice de Mendoza, provoca cuando menos escepticismo ante cada anuncio oficial. Es que la falta de credibilidad en las estadísticas, como la ambigüedad en cuestiones tan populares como lo son los precios de los artículos de primera necesidad, vuelve a sus autores como un bumerán de efecto retardado”.

Definirse ambiguamente, qué contradicción.

O como diría Nietzsche:
"Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en tí".

Link: Las rebajas y el desempleo

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